Hay una buena manera y una mala manera de penalizar a los jugadores, entrenadores y aficionados. Es esencial que mantenga orden y respeto durante el juego. En ningún momento debe tolerar mal comportamiento deportivo. A veces puede llegar a ser muy frustrante observar como los entrenadores toleran que los jugadores tengan mal espíritu deportivo. Ver como un jugador le contesta de mala forma a su entrenador es algo muy feo. De todos modos, el árbitro no debe involucrarse en una discusión jugador-entrenador. Observe lo que ocurre, pero trate de ser lo más neutral posible. Si el entrenador ha perdido el control del equipo, lo máximo que usted puede hacer es penalizar apropiadamente en el rectángulo de juego.
miércoles, 22 de julio de 2009
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