viernes, 5 de marzo de 2010

La formación del árbitro

La formación arbitral tradicionalmente ha descansado en la acción particular de personas, estamentos o comités (colegios, escuelas, centros de formación) que, sin estar sujetos a una organización reglada, de manera altruista y vocacional, han intentado elevar el nivel deportivo de los árbitros, introduciendo en sus enseñanzas diferentes materias que contribuyesen al perfeccionamiento de sus árbitros, informadores y auxiliares.

La acreditación de la condición de árbitro depende, incluso hoy día, de cada federación o colegio de árbitros en particular, siendo lo normal que dicha acreditación se obtenga en un curso de breve intervalo de tiempo (de diez a cuarenta horas), dirigido por un árbitro que cumple la función de director técnico, incluyendo materias basadas en el reglamento de juego y en la mecánica arbitral.

En otras ocasiones, por contra, se añaden materias curriculares que van desde la Historia del Baloncesto hasta la preparación física del árbitro, pero de una manera general y más bien como un requisito formal. Estas exigencias mínimas se quedan por desgracia ahí, en el momento puntual en el que se solicitan, olvidándose por completo una vez que se ha obtenido tal acreditación. Este endeble conocimiento se debe a la premura del curso y a la necesidad de contar de inmediato con árbitros para la competición y, en consecuencia, los contenidos se fundamentan más en la memorización que en la interpretación. La superación de una prueba teórica le otorgará su acreditación, enfrentándose posteriormente a lo que algún árbitro ha denominado "el bautismo de fuego": arbitrar su primer partido oficial.

Igualmente, los estamentos que se encargan de la formación y desarrollo de los árbitros, suelen mostrarse por lo general muy pasivos, manifestando más su carácter administrativo y burocrático (cuya labor básica se limita al nombramiento y designación de partidos) que su funcionalidad formativa (basada en sesiones sobre comentarios de las reglas de juego, situaciones mecánicas del arbitraje, visionado de películas, pruebas escritas y, de manera excepcional, la realización de un clinic técnico al final de temporada).

En este sentido, en lugar de constituirse en promotores de la actividad arbitral se convierten en receptores de esa actividad. Ante la necesidad apremiante de contar con 'árbitros' que saquen adelante el enorme número de encuentros en cada federación, estos organismos suelen desarrollar de forma interesada campañas de captación de árbitros, basadas fundamentalmente en una recompensa económica por partido arbitrado; o bien, de forma esporádica, en la promoción del arbitraje para un mejor conocimiento del baloncesto, como la realizada por el Centro de Formación de Árbitros de la Federación Grancanaria cuyo lema indica "Conoce el baloncesto arbitrando".

Consideramos que esta actividad es la vía fundamental para la promoción del arbitraje puesto que supone una forma de captación que lleva implícita una nueva filosofía formativa del mismo. En este centro, el arbitraje se entiende como una herramienta educativa para el conocimiento técnico del baloncesto y como un medio para la formación integral del individuo, pudiéndose convertir en un vehículo de integración sociodeportiva, hasta tal punto que el joven árbitro puede ejercer de jugador, entrenador y colegiado a la vez, según las categorías deportivas en las que intervenga.

Todo ello haría frente a la percepción negativa que se tiene del arbitraje, evitándose determinados tópicos como "El arbitraje no tiene futuro", "Los que no pueden entrenar son árbitros", "Los árbitros no son deportistas", "Los árbitros no son dignos de respeto", "Arbitrar no es una profesión de verdad", etc.

Consideramos que la institución arbitral debería convertirse en un foco de reflexión, debate, promoción y estudio de la práctica arbitral a través de actividades que promuevan su avance y prestigio sociodeportivo (campus, clinics, jornadas, etc.). Este tipo de acciones corre el peligro, si no se plantea adecuadamente, de servir de mero escaparte sin finalidad alguna; en algunos casos incluso el interés económico suele primar sobre el interés formativo.

Ante este panorama y con el fin de elaborar un currículum formativo válido para el colectivo arbitral, cabe plantearse, en un primer momento, los siguientes interrogantes: ¿qué modelo de colegio o escuela o centro de formación arbitral se quiere y qué tipo de enseñanza y de árbitro se acepta como válido?

Miguel Ángel Betancor

jueves, 4 de marzo de 2010

Los árbitros argentinos que estarán en los Mundiales


Uno es un clásico, Pablo Estévez, el otro una revelación, Juan José María Fernández. Ambos fueron designados para el Mundial de Turquía 2010. En tanto, Fernando Sampietro estará en el certamen femenino. Declaraciones de Oscar Sosa, presidente de la Asociación de Arbitros.

El porteño Pablo Estévez y el santafesino Juan Fernández van a dirigir el Mundial de mayores masculino, en Turquía (del 28 de agosto al 12 de septiembre); mientras que Fernando Sampietro lo hará en el Mundial de mayores femenino, en República Checa (del 23 de septiembre al 3 de octubre). Además, para los Juegos Odesur U18 en Medellín (Colombia), están confirmados Mario Aluz en la rama masculina (del 25 al 29 de marzo) y Dora Rodríguez en la femenina (20 al 24/3).

En diálogo con CABB.com.ar, el presidente de la Asociación Argentina de Arbitros de Básquetbol, Oscar Sosa, habló de la designación de Fernández: “Cuando lo llamé para contarle se largó a llorar. Fue una emoción muy grande, no se lo esperaba. El dirigió el Mundial U19 en Nueva Zelanda, el año pasado, y dejó una muy buena impresión, por eso ahora le dan esta nueva oportunidad, que sin dudas para él es la más importante de su corta carrera”.

“Un punto muy favorable que destacan de Juan a la hora de designarlo es que se comunica muy bien con todos, porque maneja muy bien el inglés, algo fundamental para dirigir un Mundial”, agregó el máximo dirigente de la AAAB. Como antecedentes internacionales, Fernández también dirigió el Sudamericano U15 de 2009 en Paraguay y el Panamericano de Cadetes de 2008.

Sobre Estévez, el mendocino Sosa dijo: “Pablo ya es un clásico para este tipo de competencias, es el mejor árbitro de nuestro país desde hace varios años y está muy bien visto en FIBA. Ya dirigió la final del Mundial de Japón 2006 y la final de los Juegos Olímpicos de Beijing 2008, es decir que no hace falta dar muchos más datos ni hablar de su calidad, que es conocida por todos”.

“Cuando estamos con Lubo Kotleba (NdR. Director Deportivo de FIBA) siempre nos dice que el arbitraje argentino está ubicado entre los mejores del mundo. Seguimos sacando buenos árbitros, como en este caso se demuestra con Juan (Fernández), que es parte de una nueva camada. Estamos muy contentos porque se está trabajando bien, pero obviamente hay que seguir mejorando”, finalizó Sosa.

ALGUNOS DATOS DE LOS DESIGNADOS

Pablo Alberto Estévez nació el 4 de agosto de 1966 en Capital Federal y lleva 13 temporadas dirigiendo la Liga Nacional, mientras que Juan José María Fernández nació el 11 de mayo de 1973 en Santa Fe y acumula solo 4 temporadas en la máxima categoría de la LNB. Por su parte, Fernando Jorge Sampietro, nacido el 10 de octubre de 1967, es de Vicente López y lleva 15 años dirigiendo Liga.

Mario José Aluz es mendocino, desde el 19 de marzo de 1963, y suma 6 temporadas en la LNB. Finalmente, Dora Vanesa Rodríguez nació el 4 de marzo de 1976 en Capital Federal y desde hace 4 años dirige la Liga B.

Fuente: CABB