Las multas por las críticas públicas de los jugadores a los árbitros tuvieron esta vez como protagonista al pívot Erick Dampier de los Mavericks de Dallas que recibió la notificación por parte de la NBA que tendría que pagar 35.000 dólares.
"Cuando nosotros defendemos las acciones se magnifican, pero cuando somos los que atacamos, entonces no hay la misma percepción", declaró Dampier a los periodistas después del tercer partido que perdieron por 94-90. "Tienes que hacer las llamadas a ambos lados por igual".
Dampier fue más específico cuando dijo que mientras que a su compañero el alero alemán Dirk Nowitzki no le señalan falta a los defensores cuando entra a canasta, no sucede lo mismo en la contraria. El árbitro principal del partido fue el veterano Danny Crawford, al que el dueño de los Mavericks, Mark Cuban, no tiene tampoco el mayor aprecio.
El motivo que desde que es dueño del equipo, en los 18 partidos que Crawford ha arbitrado partidos de la fase final a los Mavericks, el equipo tejano sólo ha podido ganar dos y perder 16. La multa se dio después que el comisionado de la NBA, David Stern, advirtió públicamente a entrenadores y jugadores que después de las multas podrían comenzar a llegar las suspensiones de partidos si no se cortaba la "moda" de criticar a los árbitros.
De momento, los entrenadores que habían hecho críticas en público, Phil Jackson, de Los Ángeles Lakers, y Stan Van Gundy, de los Magic de Orlando, se han tomado un respiro y han guardado silencio, una acción que el comisionado Ster calificó de mus "positiva" y "esperanzadora".
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