miércoles, 12 de mayo de 2010

Los clubes le piden a Portela que arregle el conflicto. No quieren árbitros bosnios de tercer nivel


¿Te imaginas que una empresa española buscara trabajadores en el extranjero para suplir a los que hacen huelga en su plantilla? Pues esa es la decisión que ha tomado hoy en asamblea la Liga ACB, para contrarrestar el parón indefinido de los árbitros, en una reunión celebrada en Barcelona.

Sin embargo, según se ha sabido, los clubes le han pedido, de puertas para adentro a su presidente, Eduardo Portela, que solucione el cisma arbitral porque el nivel de los árbitros extranjeros propuestos está por debajo de la segunda mejor liga del mundo.

La patronal sólo ha podido convencer a árbitros bosnios de tercer nivel y similares porque todos los de Euroliga, de FIBA y de las principales ligas europeas se han negado a traicionar a sus compañeros, como ya advertimos aquí hace justo una semana, el mismo día que se anunció el parón.

La principal clave del desencuentro ACB-árbitros españoles no está en la subida salarial, que también, sino en que sea aceptado un convenio laboral adecuado, no leonino.

La Liga ACB reconoce ahora el desequilibrio entre la situación de los árbitros respecto a otros colectivos como el de jugadores y entrenadores.

Pero a cambio de tratar (y pagar) a los árbitros como profesionales a partir de la temporada que viene, les exige dedicación exclusiva con un aumento salarial real del 20%, la mitad del 40% anunciado oficialmente por la ACB.

La mayor discrepancia entre ambas partes y en la que radica esa diferencia de porcentaje, está en el nuevo plan de jubilación que propone la patronal, que beneficia a los árbitros recién llegados a la categoría y perjudica a los veteranos. A la hora de calcular la pensión para cada árbitro, se minimiza lo acumulado en largas trayectorias.

No hay comentarios:

Publicar un comentario